por James Benning
[a sergio s.]
(En 'Life in Film', una serie continuada, la revista inglesa frieze pregunta a artistas y cineastas que enumeren las películas que han influenciado sus prácticas.)
De tanto en tanto doy un curso en el California Institute of the Arts llamado 'Mirando y escuchando'. Cada semana, diez o 12 estudiantes y yo vamos a algún lugar a practicar prestar atención. Pasamos un día entero cruzando un campo de petróleo, una madrugada observando el cielo iluminarse, diez horas abordo de los micros locales o toda una noche a lo largo de la calle 5, en la sección de indigentes del centro de Los Angeles. Encontramos en el hecho de mirar y escuchar un acto político, nuestras diferencias de percepción reflejan nuestros prejuicios personales. Ocasionalmente, me piden que dé este curso en otra parte. La última primavera lo hice en la Ciudad de México. Luego de pasar el día en un gran área industrial pregunté, "¿qué es lo que vieron y oyeron?".
Estudiante uno: Había una pared blanca del otro lado de la calle. Era muy brillante. A la derecha había una puerta pequeña hundida un pie o dos, causando que una sombra rectangular caiga sobre la puerta. Del lado izquierdo había otras dos puertas bastante grandes pero sin sombra, ya que no estaban hundidas. Estaba relativamente tranquilo; eso significa, solo un ambiente industrial común. Luego, pasados unos minutos, alguien salió por la puerta pequeña. La sombra se convirtió de un rectángulo a un triángulo y de vuelta, a medida que la persona abrió y cerró la puerta y desapareció por la calle. Luego nada pasó por un tiempo. Pero finalmente las otras dos puertas se abrieron para adentro, descubriendo un espacio negativo con la presencia apenas perceptible de dos hombres trabajando en alguna parte detrás del vacío negro. Uno de los hombres encendió una soldadora y volaron chispas. La pared exterior permaneció brillante. La sombra rectangular se hizo más larga.
Estudiante dos: Había una pequeña zona verde. Un sendero la cruzaba diagonalmente de izquierda a derecha. Dos hombres estaban limpiando el camino con escobas de cerdas largas. Uno de los hombres usaba su escoba de izquierda a derecha y luego de derecha a izquierda. Hacía un sonido de swish-swish, swish-swish, swish-swish. Trabajaba metódicamente, sin descansos. El otro hombre trabajaba solo de izquierda a derecha. Su sonido era continuo y más rápido: swish, swish, swish, swish... hasta que tomó un descanso. Era muy musical.
Estudiante tres: Un vía de tren curveaba su camino a través de dos fábricas viejas. Sonaban como lugares de fundición pero no lo eran. No estoy seguro de lo que eran. La gente vivía en casillas de emergencia a ambos lados de las vías. Había chicos y perros. Justo donde estaba parado una calle cruzaba las vías. Los vehículos que venían por esa calle frenaban debido a las malas condiciones del cruce. Mientras pasaban podía escuchar una fragmento de conversación o los sonidos de la radio. Palabras y sonidos iban y venían. Un camión grande no frenó y cruzó haciendo un gran ruido. Todos los perros empezaron a ladrar.
Estudiante cuatro: Observé a tres hombres descargar un vagón de carga lleno de polvo amarillo. Tenían un tubo largo que chupaba el polvo fuera del vagón. Uno de los hombres sostenía el tubo, llenando bolsas de arpillera sostenidas por los otros dos hombres. Tan pronto como una bolsa se llenaba, el hombre la sellaba y colocaba en un contenedor. Cuando el contenedor estaba lleno (alrededor de 50 bolsas) un operario de elevadora se la llevaba. Luego, uno de los hombres tenía la tarea extra de buscar un nuevo contenedor, vacío. Observé durante dos horas. El proceso nunca se detuvo. El sonido era como arena fluyendo, pero era dificil de escuchar por sobre el ruido de un compresor de gasolina. Estaban trabajando en el tercer contenedor cuando me fuí.
Estudiante cinco: Había alrededor de 20 obreros afuera de una fábrica durante un descanso. Algunos se sentaban en bancos provistos por la fábrica. Un hombre en un overol azul oscuro hablaba con una mujer joven y atractiva. Ambos estaban de pie. Ella también estaba de azul, pero era un vestido bastante elegante. Podías ver la forma de su cuerpo a través de la tela. Tal vez era una secretaría o parte de la gerencia. No pude escuchar lo que decían, pero noté que coqueteaban por sus lenguajes corporales. Tres mujeres en overoles amarillos estaban sentadas juntas, fumando y riendo. Dos hombres a la izquierda conversaban seriamente. Ellos también tenían overoles azules. Luego sonó una campana y todos caminaron dentro del edificio. Era naranja.
Etc. etc. etc. ...y es una de las mejores películas que he visto o escuchado.
Ah, y esta mañana vi otra película asombrosa. Estaba en mi escuela, que la alquilaron a una secundaria para un programa de artes de verano. Los pasillos estaban llenos de adolescentes. Al costado, en una de las galerías principales, un joven estaba tocando Vexations (1893) de Erik Satie, una pieza de piano con 840 repeticiones que fue compuesta para durar por siempre. Entré y escuché durante unas cuantas horas. Qué gusto y sorpresa escuchar esta pieza siendo interpretada. Ocasionalmente, algunos estudiantes entraban, la mayoría de las veces por menos de un minuto, y luego seguían paseando. Dos chicas jóvenes se pararon en la puerta durante 30 minutos, perplejas y tal vez algo asustadas a abordar la genialidad de esta pieza. Me recordaron a mí mismo la primera que ví y oí a John Cage. Luego un estudiante ciego entró y se sentó. Tenía un bastón rojo y blanco que se doblaba sobre sí mismo. Escuchó atentamente y seguía allí cuando yo me fuí. Imaginen lo que él vió.
James Benning
Para la versión original, clickear acá.
[En las imágenes, Casting a Glance y Ten Skies, de James Benning.]
3 Comments:
Me encanta Ten Skies!
qué grande es Benning!
muchas gracias por este texto p.marin
saludos
Muchas gracias LadyM por tu comentario. sí, es buena Ten Skies. viste alguno de sus primeros trabajos? Chicago Loop es increible.
Alejandro, no tenés por qué agradecer. muy lindos tus dos blogs.
Saludos.
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