31.8.13

Sobre el fin del público,
por Len Lye

Estimado Sr.,
La semana pasada el grupo más numeroso de cineastas experimentales jamás reunido se juntó para honrar a los ganadores del premio de la Creative Film Foundation de 1960.
Este encuentro se realizó en Cinema 16, donde el público participó haciendo preguntas.
En respuesta a la pregunta “¿Para qué tipo de público se realizan las películas experimentales?”, contesté: “Para ninguno”. A nadie le interesó mi respuesta y el tema se dejó de lado.
Por si a alguno de sus lectores le interesa mi respuesta: para empezar, luego de ganar el segundo premio en la Competencia Internacional de Cine Experimental de la Feria Mundial de Bruselas con mi película Free Radicals, ésta fue ofrecida a las salas Sutton y Paris. A estas salas de cine arte se les dijo que hiciesen una oferta por la misma. Ninguna quiso la película a ningún precio. Por otra parte, cuando Cinema 16 me ofreció 10 dólares por cada una de las cinco funciones decidí que, por todos los propósitos prácticos, era el fin del público para mí.
Luego de treinta años de trabajo dedicado en el terreno del arte cinematográfico y de intentar conseguir un patrocinador norteamericano, privado e institucionalizado, que me ayudase con mi cine no comercial, me he rendido ante todos ellos, incluido el público.
¿Qué ayuda práctica puede esperar de alguien en Estados Unidos un artista experimentado en el medio de comunicación del siglo veinte? Ninguna.

Carta aparecida originalmente en el Village Voice el 2 de febrero de 1961.
[En la imagen, Rainbow Dance, de Len Lye.]