2.1.07

Oskar Fischinger - True Creation


El pionero y maestro alemán del cine de animación abstracta, Oskar Fischinger, escribió el siguiente texto exclusivamente para el festival de cine experimental de Knokke-le-Zoute de 1949 (del cual formó parte y ganó el Gran Premio con su Motion Painting No. 1). Para ese entonces, hacia ya más de 13 años desde que se había trasladado a Hollywood, un poco ahuyentado por el nazismo y otro poco tentado por una oferta laboral de la Paramount Pictures. Debido a su firme posición artística frente a los dictados industriales y comerciales, en pocos años cambia varias veces de estudio (MGM, Disney, RKO), realiza pocas películas y termina en la bancarrota. Teniendo en cuenta todo esto, 'True Creation' (o 'Verdadera creación'), escrito luego de la que sería su última película, puede ser leído tanto como un manifiesto artístico adelantadísimo a su tiempo o bien como la autobiografía encubierta de uno de los más grandes artistas del siglo XX.

Verdadera creación

Al principio de la gran incertidumbre de todos los principios está la Idea, conocimiento profundo e inconsciente, sentimiento, visión del Ideal, del camino a seguir, de todo, de la conclusión y del final -- del cual nunca existe uno.

El terreno de lo experimental es el terreno de la consciencia que despierta y estira, el tiempo de búsqueda, el descubrimiento de un método de trabajo, de desarrollo de métodos y técnicas -- que deben corresponder al significado y harmonizar con él. Visión inconsciente del principio.

Luego viene un período de estudio de las posibilidades de una técnica satisfactoria o ideal, o de un método que crecerá hacia la totalidad, el reconocimiento, el control de los modos de expresión hasta que devengan en una obra de arte. Finalmente llega el momento de rechazar todo aquello que se transforma en la herramienta del creador -- la mano humilde a través de la cual el artista expresa y se revela.

Si algún día el cine deviene en una forma artística, se lo deberemos a personas pobres y desconocidas que han cultivado un gran sufrimiento en su interior: personas comparables a Grünewald, Van Gogh, Rembrandt, Mozart y Beethoven. Estos intérpretes del creador, los artistas, serán reconocidos a través de sus creaciones, algunas generaciones más tarde, generalmente luego de que sus cuerpos se hayan podrido y desintegrado en la tierra.

Solo encontraremos verdaderos artistas y obras maestras dentro de los llamados films experimentales y sus cineastas. Estos realmente emplean procesos creativos. El film no es "corten", es una continuidad, la verdad absoluta, la verdad creativa. Cualquier observador puede verificar eso y yo me considero un observador.

Trabajé durante nueve meses en un film, Motion Painting No. 1, sin jamás ver una parte de él. Todo lo que hice fue controlar el nivel de exposición de cada rollo que volvía del laboratorio, de manera que solo ví el film cuando la primera copia en color definitiva quedó lista. Afortunadamente, fue un gran alivio ver que todas mis anxiedades respecto a esos cientos de "pequeños demonios técnicos" que podrían haber arruinado tantos meses de trabajo no eran tan necesarias. Estaba muy feliz y sentí una profunda emoción que no puedo describir -- pero probablemente sea algo que otras personas sienten en ocasiones similares.

Quiero que este trabajo satisfaga las necesidades espirituales y emocionales de nuestra era. Ya que es algo que todos buscamos -- algo que intentamos a lo largo de una vida trabajando en cine, siempre insatisfecha, siempre copiada, siempre tomada por tonta por la industria cinematográfica, pero deseando a pesar de todo esto, aquí y allá, un día, en una de esas, que algo será revelado, levantándose desde lo desconocido, algo que revelará la Verdadera Creación: la ¡Verdad Creativa!

La película cinematográfica común que se muestra a las masas en todas partes y en innumerables salas alrededor del mundo es realismo fotografiado -- superficies de realismo fotografiadas en movimiento... No hay ningún sentido absolutamente creativo ni artístico allí. Solamente copia la naturaleza con concepciones realistas, destruyendo la profundidad de la fuerza creativa con substitutos y realismos superficiales. Incluso el cine animado se encuentra hoy en un nivel artístico extremadamente bajo. Es un producto en masa de proporciones industriales y esto, por supuesto, reduce la pureza creativa de la obra de arte. Ningún artista sensible y creativo podría crear una obra de arte si todo su staff de compañeros de trabajo cuentan con su opinión en la creación final -- productor, director de guión, director musical, director de orquesta, compositor, sonidistas, ayudantes, encargados de efectos, encargados de dibujos principales, encargados de dibujos de fondo, animadores, asistentes, tinteros, camarógrafos, técnicos, directores de publicidad, gerentes, gerentes de exhibición, y muchos otros. Ellos cambian las ideas, matan las ideas antes de que nazcan, impiden el nacimiento de ideas y substituyen la creatividad con ideas baratas para que todas las personas las entiendan.

El artista creativo de mayor nivel siempre trabaja mejor solo, adelantándose a su tiempo. Y esta debería ser nuestra máxima básica: que el Espíritu Creativo deberá no ser obstruido por la realidad o cualquier otra cosa que arruine esta creación pura absoluta.

Y así debemos borrar las tremendas montañas de producciones cinematográficas sin valor del pasado y futuro -- las gamas montañosas de pompas de jabón-- y debemos concentrarnos en la diminuta línea dorada debajo, difícil de ver al lado de lo glamoroso, de la excitación sensacionalista, enterrada hace tiempo, especialmente en nuestra era donde los grandes monopolios productores y distribuidores controlan cada una de las pantallas de cine.

De modo que solo un camino queda para el artista creativo: producir solo para los más altos ideales -- sin pensar en términos monetarios o de éxito y aceptación de las masas. El verdadero artista no debería preocuparse si es entendido, o no entendido, por las masas. Él debería oir únicamente a su Espíritu Creativo y satisfacer sus más altos ideales, y confiar que esto será el mejor servicio que pueda prestarle a la humanidad.

1949



(En las fotos, Kreise y Oskar Fischinger en 1942 en su estudio de Los Angeles.)