17.9.08

Life in Film,
por James Benning


[a sergio s.]


(En 'Life in Film', una serie continuada, la revista inglesa frieze pregunta a artistas y cineastas que enumeren las películas que han influenciado sus prácticas.)

De tanto en tanto doy un curso en el California Institute of the Arts llamado 'Mirando y escuchando'. Cada semana, diez o 12 estudiantes y yo vamos a algún lugar a practicar prestar atención. Pasamos un día entero cruzando un campo de petróleo, una madrugada observando el cielo iluminarse, diez horas abordo de los micros locales o toda una noche a lo largo de la calle 5, en la sección de indigentes del centro de Los Angeles. Encontramos en el hecho de mirar y escuchar un acto político, nuestras diferencias de percepción reflejan nuestros prejuicios personales. Ocasionalmente, me piden que dé este curso en otra parte. La última primavera lo hice en la Ciudad de México. Luego de pasar el día en un gran área industrial pregunté, "¿qué es lo que vieron y oyeron?".

Estudiante uno: Había una pared blanca del otro lado de la calle. Era muy brillante. A la derecha había una puerta pequeña hundida un pie o dos, causando que una sombra rectangular caiga sobre la puerta. Del lado izquierdo había otras dos puertas bastante grandes pero sin sombra, ya que no estaban hundidas. Estaba relativamente tranquilo; eso significa, solo un ambiente industrial común. Luego, pasados unos minutos, alguien salió por la puerta pequeña. La sombra se convirtió de un rectángulo a un triángulo y de vuelta, a medida que la persona abrió y cerró la puerta y desapareció por la calle. Luego nada pasó por un tiempo. Pero finalmente las otras dos puertas se abrieron para adentro, descubriendo un espacio negativo con la presencia apenas perceptible de dos hombres trabajando en alguna parte detrás del vacío negro. Uno de los hombres encendió una soldadora y volaron chispas. La pared exterior permaneció brillante. La sombra rectangular se hizo más larga.

Estudiante dos: Había una pequeña zona verde. Un sendero la cruzaba diagonalmente de izquierda a derecha. Dos hombres estaban limpiando el camino con escobas de cerdas largas. Uno de los hombres usaba su escoba de izquierda a derecha y luego de derecha a izquierda. Hacía un sonido de swish-swish, swish-swish, swish-swish. Trabajaba metódicamente, sin descansos. El otro hombre trabajaba solo de izquierda a derecha. Su sonido era continuo y más rápido: swish, swish, swish, swish... hasta que tomó un descanso. Era muy musical.

Estudiante tres: Un vía de tren curveaba su camino a través de dos fábricas viejas. Sonaban como lugares de fundición pero no lo eran. No estoy seguro de lo que eran. La gente vivía en casillas de emergencia a ambos lados de las vías. Había chicos y perros. Justo donde estaba parado una calle cruzaba las vías. Los vehículos que venían por esa calle frenaban debido a las malas condiciones del cruce. Mientras pasaban podía escuchar una fragmento de conversación o los sonidos de la radio. Palabras y sonidos iban y venían. Un camión grande no frenó y cruzó haciendo un gran ruido. Todos los perros empezaron a ladrar.

Estudiante cuatro: Observé a tres hombres descargar un vagón de carga lleno de polvo amarillo. Tenían un tubo largo que chupaba el polvo fuera del vagón. Uno de los hombres sostenía el tubo, llenando bolsas de arpillera sostenidas por los otros dos hombres. Tan pronto como una bolsa se llenaba, el hombre la sellaba y colocaba en un contenedor. Cuando el contenedor estaba lleno (alrededor de 50 bolsas) un operario de elevadora se la llevaba. Luego, uno de los hombres tenía la tarea extra de buscar un nuevo contenedor, vacío. Observé durante dos horas. El proceso nunca se detuvo. El sonido era como arena fluyendo, pero era dificil de escuchar por sobre el ruido de un compresor de gasolina. Estaban trabajando en el tercer contenedor cuando me fuí.

Estudiante cinco: Había alrededor de 20 obreros afuera de una fábrica durante un descanso. Algunos se sentaban en bancos provistos por la fábrica. Un hombre en un overol azul oscuro hablaba con una mujer joven y atractiva. Ambos estaban de pie. Ella también estaba de azul, pero era un vestido bastante elegante. Podías ver la forma de su cuerpo a través de la tela. Tal vez era una secretaría o parte de la gerencia. No pude escuchar lo que decían, pero noté que coqueteaban por sus lenguajes corporales. Tres mujeres en overoles amarillos estaban sentadas juntas, fumando y riendo. Dos hombres a la izquierda conversaban seriamente. Ellos también tenían overoles azules. Luego sonó una campana y todos caminaron dentro del edificio. Era naranja.

Etc. etc. etc. ...y es una de las mejores películas que he visto o escuchado.

Ah, y esta mañana vi otra película asombrosa. Estaba en mi escuela, que la alquilaron a una secundaria para un programa de artes de verano. Los pasillos estaban llenos de adolescentes. Al costado, en una de las galerías principales, un joven estaba tocando Vexations (1893) de Erik Satie, una pieza de piano con 840 repeticiones que fue compuesta para durar por siempre. Entré y escuché durante unas cuantas horas. Qué gusto y sorpresa escuchar esta pieza siendo interpretada. Ocasionalmente, algunos estudiantes entraban, la mayoría de las veces por menos de un minuto, y luego seguían paseando. Dos chicas jóvenes se pararon en la puerta durante 30 minutos, perplejas y tal vez algo asustadas a abordar la genialidad de esta pieza. Me recordaron a mí mismo la primera que ví y oí a John Cage. Luego un estudiante ciego entró y se sentó. Tenía un bastón rojo y blanco que se doblaba sobre sí mismo. Escuchó atentamente y seguía allí cuando yo me fuí. Imaginen lo que él vió.


James Benning



Para la versión original, clickear acá.



[En las imágenes, Casting a Glance y Ten Skies, de James Benning.]

14.9.08

Manny Farber
(1917 - 2008)


No es probable que ningún sistema estético pueda englobar todas las formas de arte conocidas, fetichistas, religiosas, decorativas, infantiles, absurdas, primitivas. ¿Porqué entonces inventar esas dos categorías, elefante blanco y termita, una ligada al reino de la celebridad y la opulencia, y la otra refugiada en el mundo inferior de la intimidad? La razón fundamental de esas dos categorías es la de que todos los directores que me gustan -Fuller y su estilizado art brut, Chuck Jones y su Roadrunners [Correcaminos], Godard y el inclemente encanto que obtiene del tiempo lluvioso, las afueras de París y tres insensatos que tratan de escabullirse en una nebulosa Bande à part- militan en el campo termita, y nadie resalta en ellos las cualidades que me encantan.

Manny Farber, 'Espacio negativo', 1971


[En la imagen, My Budd, de Manny Farber.]

10.9.08

Agenda

Caldini, Di Tella, Subero, Courtis
en Canasta


Este próximo sábado 13 a las 19hs. proyecciones en Super 8 y video y música en vivo en Canasta, Delgado 1235. El detalle:

Claudio Caldini
Metraje Super 8 filmado en 1979 en la ciudad de Pondicherry, en el sur de la India, durante una estadía en el Sri Aurobindo Ashram.

Andrés Di Tella
Secuencia descartada del documental en video Fotografías, de 2007.

Sergio Subero
Espectro, Super 8, 2008.

Alan Courtis
Acústico + microamplificado.

Sábado 13, 19hs., Canasta, Delgado 1235.
Para más información hacer click acá.



[En las imágenes, metraje de la India, de Claudio Caldini.]

6.9.08

Conejito,
por Heinz Emigholz
(fragmento)



Colonia, 29 de octubre de 1998. Me encuentro en una etapa que quisiera denominar "entre dos films de ficción". Por razones imprevisibles, se ha prolongado seis años y ha estado llena de rodajes para el proyecto Photographie und jenseits [Fotografía y más allá], un film sobre las artes de la proyección humana: la escritura, el dibujo, la fotografía, la arquitectura. El proyecto terminó dividiéndose en seis películas diferentes que ya estaban "enlatadas" -como suele decirse tan feamente para expresar que fueron filmadas- y esperaban pasar a la etapa de montaje. Y entonces ocurrió algo que nunca me había pasado antes. Tuve un persistente "bloqueo de montaje". Me pasé meses sentado a las más diversas mesas de edición -analógicas, digitales, da lo mismo- y no podía encontrar en mi interior ningún motivo para hace un corte. El material me gustaba tal como había salido de la cámara. Me parecía ridícula toda articulación complicada, toda combinación, dramatización, aceleración o inversión, o peor aun: me parecían actos simbólicos extremadamente superfluos y desdeñables.

Todo eso tenía un entecedente en mi trabajo previo. En cierto sentido me había transformado en un renegado de mis ideales de otra época. Las representaciones ideales se comportan como contrapuntos de la realidad experimentada. Fue un ideal neoconstructivista de los años setenta darle un espacio al pensamiento en los medios. Al postulado exterminio de lo real por la representación había que oponerle un producto mediático que fuera parte de un pensamiento activo. Eso llevó a trabajar sobre ejes como la velocidad y la resolución de la imagen, la aceleración y activación de las capacidades de emisión y recepción de la mente, secuencias de cortes acelerados que generan cadenas de asociaciones.

Pero la cotidiana dosis de televisión y la práctica integrada del zapping prueban hoy en día que la vanguardia ha tenido pleno "éxito" como precursora declamatoria de la estupidez asociativa, de modo que en realidad fracasó. Uno de los lugares comunes de la vanguardia artística es la creencia de que contribuyó esencialmente a la ampliación de las posibilidades técnicas. En todo caso, es innovadora en su papel de bufón de la corte, de tributario del poder, de intérprete y portavoz. En el mejor de los casos brinda "ejemplos" para el usuario de sistemas digitales de edición que quiera perderse en el infinito de las posibilidades del montaje. Alcanza con mirar los productos claramente identificables de la última generación de programas de procesamiento digital de la imagen y uno está hecho...

El espacio es montado en la cámara. A eso hay que volver. El trabajo camarográfico, en tanto actividad arquitectónica, es un corte dentro del espacio. En la construcción de las imágenes aisladas está contenida la mayor parte de los problemas y paradojas que estamos acostumbrados a trasladar al montaje. Lo que hay que mostrar son la imágenes de un espacio poetizado (que valga por sí solo, aislado en el tiempo): superficies que narran.




Fragmento extraido de Fotografía y más allá, de Heinz Emigholz, Editorial Altamira, Buenos Aires, 2004.
Para más información hace click acá, acá y acá.

[En las imágenes, dibujos originales de Heinz Emigholz para su serie The Basis of Make-Up.]